«Este pueblo que ama la música y la hace, que tan amorosa y melancólicamente canta hasta encoger el corazón, y constituye la más invencible nostalgia para quien está lejos, es de una sentimentalidad expansiva, que se difunde en la armonía musical.»
Concebido como una investigación periodística a raíz de la epidemia de cólera de 1884, y en respuesta a un Estado ausente y poco propositivo, El vientre de Nápoles es una incursión en las luces y sombras de una ciudad pasional, antigua y compleja. Matilde Serao, escritora valiente y combativa, al igual que un moderno Virgilio, nos guía a través de un escenario urbano intrincado, detallando sus problemáticas, sus tradiciones y sus costumbres. Su mirada es apasionada y analítica: entra en las habitaciones de pocos metros cuadrados donde se aglomeran familias enteras, describe los negocios de doña Carmela, la usurera «que hace temblar a hombres y mujeres», y denuncia la afición del pueblo a la lotería, verdadera plaga social que los napolitanos, sin embargo, viven como única esperanza de redención.
Todas estas historias cotidianas conforman un indeleble fresco social de extrema actualidad que Serao dedica a su ciudad, una carta de amor que es todo un clásico del periodismo literario.