Sus múltiples formas, la amplia gama de colores, los aromas y saboresmás diversos, el aura de misterio que rodea al mundo de los hongos,han ejercido desde siempre una mágica fascinación en casi todos lospueblos y culturas del mundo.
La recolección de setas para sudegustación (y en menor medida para su estudio), es una actividad enalza que, potenciada por un intenso boom mediático, anima a salir almonte a un número cada vez más amplio de seteros principiantes que nosiempre encuentran instrumentos adecuados para una identificaciónclara de las especies y, sobre todo, para una distinción entre setascomestibles y tóxicas que reúna suficientes garantías de seguridad. Al mismo tiempo, tampoco son demasiados los trabajos que consiguenreunir un amplio catálogo de setas y un buen manual culinario queofrezca ideas sencillas y prácticas para sacarle a estos manjaresexquisitos, más adecuados para la degustación que para la saciedad,todo el partido posible desde una óptica gastronómica