A finales de abril de 1938, la luz de un foco apuntaba a una máquina de escribir que transcribía en papel una intención muy clara: "La recuperación de documentos susceptible de suministrar información sobre las actividades de los enemigos del Estado...". Esa intención terminó por llamarse Archivo Documental de la Cruzada, un proyecto capital en la construcción del "nuevo Estado" franquista. Casi cuarenta años después, en noviembre de 1977, gran parte de sus fondos pasaron a ser gestionados por el Ministerio de Cultura. Parecía entonces que los organismos nacidos en la primavera de la guerra civil se desvanecían en el otoño de la transición a la actual democracia. Su legado, sin embargo, llega hasta la actualidad. "Papeles que atrapan" es la primera investigación que explora el vínculo entre la construcción de archivos político-sociales y el funcionamiento del control policial durante la dictadura franquista. A lo largo de sus cuatro décadas, el Archivo fue una institución fundamental para definir al enemigo y construir su culpabilidad a partir de la incautación, la reclasificación y la producción de docume