No son en realidad cien relatos (uno para cada año) los que componen el libro, sino más bien cien viñetas, cien escenas, cien grabaciones que reflejan, cada una, un momento histórico determinado.
Como de costumbre, Grass confía en sus lectores y no cree necesario explicarles cada personaje ni decirles en qué contexto han de situar cada frase, sabiendo que su libro podrá leerse a distintos niveles de conocimientos históricos y experiencia política. Una joven auditora de empresas puede no saber hoy quién fue Puskas& un estudiante de medicina, no estar muy seguro de lo que pasó en Berlín la noche de los cristales rotos& a otros sólo vagamente les sonarán los nombres de Jünger o Remarque¿ No importa.
El Premio Nobel de Literatura (1999) Günter Grass se despide brillantemente de su siglo con un verdadero alarde narrativo.