En esta novela, continuación de Las cenizas de Ángela, Frank McCourt se enfrenta al sueño americano. Lejos de su país, Irlanda, conocerá la soledad del emigrante y la lucha para convertir las promesas en realidad.
Trabaja para ganarse la vida, le reclutan en el ejército, consigue estudiar en la Universidad, pero su acento irlandés lo delata, igual que sus ojos enfermos y sus dientes sucios. No es fácil convertirse en un buen americano.
Manteniendo el mismo tono que en su novela anterior, mezcla de humor, dramatismo y ternura, el autor nos guía por su periplo americano hasta convertirse en profesor de literatura.
Una obra sobre el aprendizaje y la supervivencia, en la que McCourt pone en entredicho a la sociedad estadounidense y a sus propios sueños, que sin duda comparte con muchos lectores.