El autor nos entrega catorce historias en las que suprime limpiamente las barreras entre lo que fue y lo que pudo o debió ser para nutrir sus ficciones con materiales de ambos lados de esa frontera. Una operación que realiza con total naturalidad, pues, como él mismo confiesa, suele dejar a la fantasía "entrar y circular libremente por donde le dé su real gana, en cualquier circunstancia o momento, incluso dormido".Guía triste de París es una excelente muestra del reconocido talento de Bryce para recrear el mundo.