El Real Hospital de San Lázaro, primera institución benéfico-asistencial fundada por la corona castellana tras la conquista de Sevilla en 1248, se creó como leprosería, de manera que las personas que padecían esta dolencia permanecían toda su vida en el recinto con el fin de evitar la propagación de la enfermedad, considerada incurable y altamente contagiosa. Esta situación determinó que el hospital conformara un microcosmos, una ínsula apartada, aunque vinculada a la ciudad por diversas circunstancias y vicisitudes históricas. San Lázaro, que en 1985 adquirió la categoría de Bien de Interés Cultural, carecía dentro de la historiografía sevillana de un estudio monográfico exhaustivo, de ahí que este volumen acometa, a partir de un valioso apoyo documental, un análisis completo de su larga conformación histórica, de su rico patrimonio artístico y de su evolución arquitectónica.