Andrés Hurtado, el protagonista de El árbol de la ciencia, se refugia en el conocimiento ante una realidad social tremendamente desigual, donde la justicia parece un sueño inalcanzable; pero en esa búsqueda solo hallará respuestas incompletas. A lo largo de la novela, el personaje se debate entre los frutos del árbol de la ciencia y los del árbol de la vida. Pero vida y conocimiento no están reñidos, aunque a veces lo pueda parecer.