La infancia en la Antigüedad, y en Roma en particular, ha sido, ycontinúa siendo, tema de interés de muchos historiadores einvestigadores. Para ellos, como decía Juvenal, el niño se merece elmáximo respecto.
Pero, hay otro grupo que todavía no pertenece almundo de los adultos que también merece respecto y atención: losadolescentes.
La adolescencia, el mundo juvenil, se veía en laAntigua Roma, en bastantes aspectos, como se hace hoy en día. Para lamayoría de los adultos, los jóvenes sufrían una especie de trastornotransitorio que se pasaría con la edad. Para otros, el comportamientode los adolescentes no era otra cosa que la confirmación de que nuncaalcanzarían las expectativas puestas en ellos. Curiosamente, eso esexactamente lo que, en la actualidad, piensan muchos padres de sushijos adolescentes.