La vida pone a veces a prueba a la poesía y le demanda un nombe para aquello que no lo tiene. A sangre y fuego, terriblemente. Si no sirve entonces, no servirá nunca. O solo será retórica, ejercicio de estilo. Mejor callar entonces.
Artículos relacionados
Vista previa: LOS NOMBRES DE LA NIEVE
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información