El propietario del castillo, un viejo avaro y huraño, suele recorrer sus tierras rebuscando en los bolsillos de los espantapajaros, por si alguien ha olvidado allí unas monedas.
Artículos relacionados
Otros libros del autor
Vista previa: LA TORRE Y LA MUERTE
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información